De pronto me encuentro en Facebook una
foto de cuatro muchachos en la escuela al campo, caminando por lo que
parece ser una guardarraya de un campo cubano. Aunque están de espalda,
el mensaje de la fotografía (bonita, realmente) es certero. Hay una camaradería,
una felicidad joven y pujante en esos muchachos que caminan. Hasta ahí todo
bien. De cualquier forma, una foto es una foto, es una foto. Pero, y de eso es
lo que quiero hablar, leí varios comentarios, sin nombrar los cientos de like's
que tenia. Me asombro mucho que todos los que comentaban, hombres y mujeres que
calculando el tiempo deben de tener cerca de 50 años o más, escribían apologías
a esa época. Hablaban de las enseñanzas que nos trajeron esas
experiencias y algunos hasta aseguraban que sin haber pasado por esa
maravillosa etapa no hubiéramos sido lo que somos ahora. No sé muy bien
lo que ellos son, pero tengo otra idea al respecto. Me asombra ver
como los humanos olvidamos y transformamos las ideas según el tiempo presente.
Pienso que haber pasado por aquello, que obligaba, nos volvía una maza sin
ideas, desplegando consignas ridículas, enervando el sentido de la tribu, no
tuvo nada de lo que esas personas decían. Yo hubiera querido nacer en
Liverpool, por ejemplo, y que el entorno donde me hubiera criado no estuviera
regido por dogmas impuestos. Que hubiera sido una decisión mía usar o apartarme
de las drogas. Que nadie impusiera o prohibiera mi pelo largo o corto. Gritar y
lanzar piedras contra la policía si eso era necesario. Vivir en una
sociedad donde puedes hundirte si así lo decides. Donde soñar con un país
diferente no fuera más que unas vacaciones planificadas. Crecer rodeado de la época
real que me toco, no un escenario creado y falso. No creo que la escuela al
campo fuera de gran ayuda. Mas
ayuda fueron The Beatles and The Rolling Stones.
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