Existe una fabula que cuenta que en
sus orígenes el hombre fue creado varón y mujer. Estaba, me imagino, de lo más
contento, porque si quería esto, movía la mano y allí lo encontraba y si
deseaba aquello, pues solo otro movimiento y ¡voila! Pero parece ser que desde
los primeros tiempos, la felicidad en la casa del pobre dura lo que un merengue
en la puerta de un colegio (realmente este dicho tan repetitivo entre
nosotros es un poco ambiguo y falto de imaginación) y por alguna razón ignorada
por mi (lo cual no significa que exista) un día Dios se encabrono con el
hombre-mujercita porque como todos sabemos, el gran señor es muy
moralista y los vio allí con arrumacos, disfrutando, dándose amor y todo
lo demás que podían compartir estando tan junticos y de un
movimiento enérgico de dedos zuuap, los separo. Entonces fueron hombre y mujer.
Por supuesto que no está en la historia, pero yo imagino que cuando se
vieron separados, uno de ellos, no se si fue el hombre o la fémina, dijo:
¡pa' tras ni pa' coger impulso! y salió huyendo por todo aquel matorral como
alma que se la lleva el Diablo. Definitivamente fue la hembra, que en esos
menesteres suele ser más decidida. ¿Entonces que hizo la otra mitad? Pues lo
que hacemos todos sin excepción, correrle atrás, buscarla, gritar,
desesperarse, crear fantasías o tener ilusiones, que sería lo mismo. Y así comenzó
la historia de nunca acabar. Buscar, creer que se puede encontrar "el alma
gemela", vivir esperando algo sin saber muy bien qué es lo que se espera.
Añorar la mitad perdida. Pero esa manía inútil no es solo entre
hembra y macho; también se ve en las amistades, y sobre todo en la familia. Se
vive cuidando y soportando parientes, arreglándole las chapucerías a
primos, hermanos, padres, sobrinos y toda la parentela, porque uno cree
que el otro, de alguna forma es también tu otra mitad. Mentira. Es inútil. No
existe. Se es solo. La otra mitad no la conoce ni tu sombra. La fabula
continua: una parte de ti, que está en tu imaginación, existiendo en algún
lugar. La esperanza. Creo que fue Reinaldo Arenas el que dijo que se tenía
que ser solo.
Grande Reinaldo. La familia mejor lejos! La pareja tan cerca y/o lejos coo ella/él quiera. Saludos Marco.
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