Tuesday, December 18, 2012

Otra vez


Pobres los ángeles urgentes
que nunca llegan a salvarnos.
¿Será que son incompetentes
o que no hay forma de ayudarnos?
Silvio Rodriguez

Escribí sobre este tema hace unos meses. No sé si tenga fuerzas  hoy para decir algo coherente. Volvió a suceder. Un enajenado mental arremetió contra niños y adultos en una escuela primaria de Newtown, en el estado de Connecticut. Adam Lanza, casi un niño el también, tomo las armas de asalto compradas legalmente por su madre, la mato y después fríamente disparo contra los pequeños aterrorizados y los adultos que trataron de pararlo o defender a los alumnos. 20 niños y 7 adultos, y el que se suicido. Estoy leyendo ahora las palabras del presidente. Aun con las mejores intenciones y un dolor genuino no dejan de ser palabras huecas, como cualquiera de las que se les puede decir a los padres de cada persona asesinada ese día. ¿Que palabra podría paliar ese vacío, ese dolor? ¿Que se podría decir ante esta enorme tragedia? La primera pregunta (de cientos que me hago) es: ¿cual era la razón para que la madre de Adam Lanza, una profesora de escuela, compre y coleccione armas de asalto? La segunda: ¿por qué se tienen que vender esas armas tan mortíferas a la población como si fueran zapatos? ¿Que necesidad tiene una persona de acumular en su casa, ametralladoras, rifles semiautomáticos de mirillas telescópicas, bombas de gases y cuanta parafernalia de guerra existe? Si en este país es tan fácil hacerse de armas de ese calibre, esas carnicerías no pararan jamás. En EU hace más de un siglo que no hay una guerra en su territorio. Pero los ciudadanos no hemos dejado de leer, ver y  escuchar sobre todas las guerras externas donde participa. El dolor de la guerra se siente en este país por los medios de comunicación y eso distorsiona, de alguna forma,  la realidad. El  sentimiento de poderío y superioridad que se tiene viviendo aquí es contraproducente. Como también lo son los juegos de videos electrónicos que el único objetivo es matar, y toda la cultura sobre la guerra. Aunque  desde los tiempos inmemoriales los niños han jugado a la violencia: pistolas, cuchillos, espadas, arcos y flechas, escopetas y todo lo demás y después no salen a las calles matando personas. Algunos sí, es obvio; casos aislados, problemas mentales profundos y el fácil acceso a las mortíferas armas. No creo que haya solución a este problema. El dinero lo mueve todo y esa industria es muy poderosa. Dice el presidente  que los padres de esos niños no están solos. Es un apoyo, ganas de ayudar, deseos de consolar con el desconsuelo. Pero si están solos. Todos nosotros tenemos la tristeza de la alegría. Alegría de ver a los nuestros salvos. Nos duelen esos  pequeños. Sentimos el horror de aquellos momentos trágicos porque vemos en ellos a los nuestros. Pero nadie que no sean esos padres y familiares podrá sentir la lanza que atraviesa cuando recuerdan sus voces  o ven un juguete tirado en el suelo de sus cuartos. He escuchado decir que ahora son ángeles en el cielo. Quisiera poder pensar así. Sería un consuelo. Puede que para muchos lo sea. Pero para mí, son niños asesinados. Son vidas truncas. Otra vez.


2 comments:

  1. Esto es triste... pero los niños estan en un buen lugar ahora... :)

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