Sunday, June 30, 2013

Resumen de noticias


Una ley en el estado de la Florida permite usar un arma contra alguien si se siente o está ante una amenaza de muerte. Esa es la base de la defensa de George Zimmerman en la muerte de Trayvon Martin cuando caminaba por un barrio con un paquete de caramelos en la mano. El hecho de que un hombre porte un arma para supuestamente cuidar de una vecindad sin estar nombrado o contratado para ello me parece una aberración. Ya veremos en qué acaba todo esto, sobre todo con la nueva estrella del momento (Rachel Jeantel) que con sus respuestas subnormales le está dando un giro de feria televisada a este caso.
La Corte Suprema determinó que las personas del mismo sexo casadas legalmente deberían tener los mismos derechos federales que los heterosexuales. El mundo cambia, y sentirme inmerso en esos vertiginosos cambios me produce una íntima satisfacción. Me parece magistral que cada día los gobiernos se vayan separando de la nefasta, hipócrita y obsoleta iglesia. Que el Vaticano continúe con su obstinación. Los demás, a otra cosa.
El jugador de los Patriots de Nueva Inglaterra, Aaron Hernández, fue acusado de asesinato. Dos mezclas incendiarias: testosterona e imbecilidad. Porque se tiene que ser muy estúpido para tener juventud, tanto dinero, una brillante carrera en lo que le gusta hacer, tanta vida, y sacar una pistola y matar. Tirar todo a la basura.
El gobernador Marco Rubio declaró que la Ley de Ajuste Cubano debía volver a examinarse. No voy a discutir si dicha ley ha pasado a ser algo caduco por la sencilla razón que los cubanos ahora entran y salen de Cuba más o menos normalmente. Pero Marco Rubio es un personaje que no me va, no me cuadra. Lo miro y veo al muchachito bien puesto, bueno, de esos que siguen la flecha sin desviarse del camino, y a mí no me gusta ese tipo de personas que dan una imagen de correcto y de lo mejor de cada casa. No me gusta Marco Rubio.
Edward Snowden, el informático (o hacker) estadounidense acusado de espionaje sigue estancado en la zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú esperando por el asilo que pidió a Ecuador. Hay cosas que pasan que me dejan un escozor extraño. Me sucede cuando apoyo una cosa y la contraparte me resulta congruente, lógica. No sé muy bien o mi información es demasiado austera, pero creo que debe de haber una transparencia en los tejemanejes de los gobiernos, y que se debe de tener total acceso a estar informado y que no nos engañen. Hasta ahí. Pero de la misma forma que creo y apoyo la libre expresión y la libertad absoluta de movimientos, también entiendo que algunas cosas no se tienen que divulgar. Para todo existe un límite. Si este muchacho se introduce en algunos secretos de este país y los saca a la luz y después corre como hizo el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a refugiarse debajo del sayón de Rafael Correa, me deja un tufo desagradable. Es muy simple: si estás demostrando que nos engañan, no te escondas en la chistera del gran prestidigitador. Si te atreviste a gritar, ahora te toca afrontar las consecuencias. Y tambien el gobierno debe de dar la cara.  

No comments:

Post a Comment