Ahora resulta que Beyoncé fue a Cuba
con su marido Jay-Z. Primera noticia en el periódico, rasgaduras de ropa,
protestas, sentencias de políticos, condenas en Internet, etc. Beyonce en un
paladar, paseando por las calles de La Habana, dejándose admirar por cientos de
cubanos. Una de las sentencias de las organizaciones de este pueblo era
que exhibía un estilo de vida a la que los cubanos de allá no tienen acceso.
Bueno, bueno, ¿ hasta dónde vamos a llegar, pueblo mío? ¿Es que los cubanos de
aquí podemos tener la vida de ella? ¿Que se suponía que hiciera, la cola
para la papa, la onza de café, que le alquilara un cuarto en una azotea a un
vieja alcahueta? ¿Que esgrimen toda esa gente? ¿Donde está el sentido de la
libertad, de la manoseada democracia, si todo lo que pretenden es prohibir,
perseguir, acusar, chivatear? A mi Beyonce como todas las cantantes del
momento, me interesan solo si en una radio sus canciones molestan a
mis oídos. Pero pienso que tiene el derecho de ir donde le plazca y
derrochar belleza, dinero y glamur, donde quiera hacerlo. Después vi a la
senadora republicana Ros- Lehtinen tratando de que investiguen si podían
o no ir a La Habana. ¿Cuanto se puede hacer el ridículo? ¿Esta
señora trabaja para el pueblo norteamericano o para la muchedumbre de Hialeah?
Otra de las cosas que me hicieron sonreír fue la foto de Jay-Z con un t-shirt
con la imagen del Che. Recuerdo un 1ero de Mayo en Paris hace ya algunos años.
Caminábamos por las calles y de pronto nos topamos con una manifestación de trabajadores.
Gritaban, cantaban y yo no entendía nada, porque (que pena) no hablo francés;
pero si reconocía las banderas, las fotos y toda esa parafernalia típica de las
protestas izquierdistas; y, mezcladas con todo eso, fotos del Che. Yo era
joven y enamorado y para que ella riera, entré en aquella marea humana a
paso de conga y cantando: Ché, Ché, Ché, ay!, Che Che Che, mientras ella reía
feliz y despreocupada. Y entonces los cubanos a protestar por el pullover del
tipo. ¿No tienen limite en el ridículo? ¿Que le importa y que sabe ese
negro millonario rapero, que se pasea al lado de una diosa, que se la
cena cuando quiere, del Che o de Cuba o del copón divino? Que se ponga la
foto que le dé la gana, que hagan lo que quieran hacer. Son libres. Los cubanos
que eso les preocupa, no lo son.
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