¿Se puede recuperar el tiempo perdido?
Seria aun más tonta que la pregunta una respuesta afirmativa o negativa. El
tiempo perdido. ¿Que perdí realmente? ¿Cual sería el peso de la añoranza por
algo perdido? Podría ser tan importante que sería una marca, un lastre con el
que se carga durante toda la vida. Pero lo realmente "perdido" no
existe. La vida es un suceso que no deja espacio ni para respirar. Lo que se
quedo atrás no es mas que ese proceso inexorable por el que vamos dando
vueltas sin poder aferrarnos a una pared para sostenernos de la caída
inmisericorde. Cada hora, cada día que pasa, compruebo que nada, absolutamente
vale la pena. Por supuesto, si alguien es lo suficiente masoquista y mañana lee
estas líneas que escribo hoy se dará cuenta que estoy divagando, hablando y
ocultando a la misma vez lo que quiero decir, más bien lo que quiero gritar. Ya
en otras ocasiones he escrito sobre la primicia de ser solo, de no poder
soportar lo que me rodea y no voy a seguir con la misma cantaleta, porque aburriría
aun mas. Pero no estoy equivocado. Más bien me quedo corto en las afirmaciones
al respecto. Ayer muy temprano en la mañana, mientras todos dormían, invite a
Mariana a caminar cámara en mano para retratar el amanecer. Tengo una vista de águila
para las cosas a distancia y lo mismo le mostraba un lagarto que una ladybug.
Mientras ella tomaba fotos hablábamos. De nada y de todo. Reíamos, contábamos
cosas, criticábamos a los demás. Sin dudarlo un segundo ahora digo que
ella es la única persona en el mundo que conozco a la que soporto. Aun con lo
insoportable que puede llegar ser. Aun con las ganas de matarla a veces,
con las peleas, la incomprensión y la discusión por cualquier
idea. Nadie más. Porque mis nietas son un impuesto, algo maravilloso que llego
sin que tomara partido. Tres personajes que me rodean y me aturden, porque todo
hacia ellas es demasiado. Pero Mariana es otra cosa. Y eso no se construye o
aparece en un día. Ese es el verdadero tiempo. ¿El perdido? ¿Que fue lo
perdido? No he podido visitar Venecia. Creía que no hacerlo me restaría. Hoy
pienso lo mismo, pero sin angustia. Y digo Venecia solo para ilustrar un hecho.
Nada pasaría en mi si al final, no cumplo con los deseos acumulados. Mi hermana
llego. Deje de verla hace 33 años. Se perdió ese tiempo entre nosotros. Ahora
esta aquí conmigo. Bastaron dos días para que todos los matices surgieran y se
mostraran. Ese tiempo pasado ya se lleno. Nada más. Dije anteriormente que
tengo vista de águila. Eso es
bueno. Eso es malo.
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