Saturday, March 30, 2013

Ley


En el aeropuerto de Miami (no tengo conocimiento si en otros también) de vez en cuando la policía pone trampas para atrapar a unas cuantas gentes. Dejan sobre un asiento una cámara fotográfica "olvidada", una maleta sin supervisión, carteras, etc. Después los encargados de estas genialidades, se sientan tranquilamente como un simple pasajero  a conversar, leer el periódico o a jugar con el celular. Por supuesto, alguien cae. ¿Quien no recibe  la sensación de terror y goce cuando encuentra algo de valor, olvidado por un desconocido? Si, ya lo sé: la ley y  el civismo indican  que debes entregar lo hallado  al departamento de perdidas o alertar a la autoridad correspondiente. Pero, lo que no entiendo es el cepo,  la arrogancia,  el poder para analizar, supervisar y juzgar  los actos ajenos. Creo que nadie tiene el derecho de tentarme, o  vigilarme para ver  hasta  donde puedo llegar. Una cosa es atrapar a un ladrón y otra muy distinta es hacer al ladrón. También usan esas mismas tretas  con la prostitución. Ya sé, es la ley, está prohibida. Perfecto, no se puede ir a buscar una mujer y ofrecerle dinero para tener sexo. ¿Por qué no? Veamos: ante todo confieso que nunca he ido a la cama con una puta que me cobre (sin que cobren, con varias de ellas). Pero creo que si una mujer quiere ganar dinero y usa su cuerpo para eso, es su derecho. No me digan ahora que la explotación, las enfermedades, los derechos humanos, porque también hombres y mujeres son explotados en factorías, campos de siembras, oficinas y el copón divino y no veo a la policía defendiéndolos del empleador ni de las condiciones laborales. Todo lo demás son efectos colaterales. ¿Por que razón una mujer adulta no puede ofrecer su cuerpo y que le paguen por ello? Lo veo de la misma forma que cuando se ofrece de cocinera o conductora de trenes o actriz. Todos damos algo a cambio del dólar. El culo o la vida misma. Todos, de una manera u otra, nos ponemos en venta.

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