Pobres los ángeles urgentes
que nunca llegan a
salvarnos.
¿Será que son
incompetentes
o que no hay forma de
ayudarnos?
Silvio Rodriguez
Escribí sobre este
tema hace unos meses. No sé si tenga fuerzas hoy para decir algo
coherente. Volvió a suceder. Un enajenado mental arremetió contra niños y
adultos en una escuela primaria de Newtown, en el estado de Connecticut. Adam
Lanza, casi un niño el también, tomo las armas de asalto compradas legalmente
por su madre, la mato y después fríamente disparo contra los pequeños
aterrorizados y los adultos que trataron de pararlo o defender a los alumnos.
20 niños y 7 adultos, y el que se suicido. Estoy leyendo ahora las palabras del
presidente. Aun con las mejores intenciones y un dolor genuino no dejan de ser
palabras huecas, como cualquiera de las que se les puede decir a los padres de
cada persona asesinada ese día. ¿Que palabra podría paliar ese vacío, ese
dolor? ¿Que se podría decir ante esta enorme tragedia? La primera pregunta (de
cientos que me hago) es: ¿cual era la razón para que la madre de Adam Lanza,
una profesora de escuela, compre y coleccione armas de asalto? La segunda: ¿por
qué se tienen que vender esas armas tan mortíferas a la población como si
fueran zapatos? ¿Que necesidad tiene una persona de acumular en su casa,
ametralladoras, rifles semiautomáticos de mirillas telescópicas, bombas de
gases y cuanta parafernalia de guerra existe? Si en este país es tan fácil
hacerse de armas de ese calibre, esas carnicerías no pararan jamás. En EU hace más
de un siglo que no hay una guerra en su territorio. Pero los ciudadanos no
hemos dejado de leer, ver y escuchar sobre todas las guerras externas
donde participa. El dolor de la guerra se siente en este país por los medios de
comunicación y eso distorsiona, de alguna forma, la realidad. El
sentimiento de poderío y superioridad que se tiene viviendo aquí es
contraproducente. Como también lo son los juegos de videos electrónicos que el único
objetivo es matar, y toda la cultura sobre la guerra. Aunque desde los
tiempos inmemoriales los niños han jugado a la violencia: pistolas, cuchillos,
espadas, arcos y flechas, escopetas y todo lo demás y después no salen a las
calles matando personas. Algunos sí, es obvio; casos aislados, problemas
mentales profundos y el fácil acceso a las mortíferas armas. No creo que haya solución
a este problema. El dinero lo mueve todo y esa industria es muy poderosa. Dice el
presidente que los padres de esos niños no están solos. Es un apoyo,
ganas de ayudar, deseos de consolar con el desconsuelo. Pero si están solos.
Todos nosotros tenemos la tristeza de la alegría. Alegría de ver a los nuestros
salvos. Nos duelen esos pequeños. Sentimos el horror de aquellos momentos
trágicos porque vemos en ellos a los nuestros. Pero nadie que no sean esos
padres y familiares podrá sentir la lanza que atraviesa cuando recuerdan sus
voces o ven un juguete tirado en el suelo de sus cuartos. He escuchado
decir que ahora son ángeles en el cielo. Quisiera poder pensar así. Sería un
consuelo. Puede que para muchos lo sea. Pero para mí, son niños asesinados. Son
vidas truncas. Otra vez.
Esto es triste... pero los niños estan en un buen lugar ahora... :)
ReplyDelete-nataly
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